Gary Prado era capitán en el ejército cuando la patrulla a su mando capturó al Che en la selva del sudeste boliviano. Ernesto fue ejecutado el 9 de octubre de 1967. El capitán, en 1981 cuando aún estaba en servicio activo, fue herido "por una bala amiga" en la columna y quedó en silla de ruedas.
El crítico de cine y escritor mexicano Alberto Hijar en 2001 le arrojó a Prado una copa de vino en la cara al tiempo que le increpó "a la salud del Che, asesino".
En la actualidad, el militar se enfrenta a una acusación por supuestos nexos con una presunta red terrorista en Bolivia. Me pregunto si los "diarios progresistas" Público y El País se han hecho eco de la noticia. Intuyo que no (si en la portada de El País buscamos Gary Prado, a día de hoy obtenemos un único resultado que no tiene nada que ver con el personaje en cuestión), pues de momento la batalla es, a toda costa, contra Cuba y Venezuela
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