Las pasadas oposiciones de secundaria han sido una chapuza, cómo ya he comentado en otro post. Pero es que además han sido totalmente injustas y discriminatorias, y lo dice uno que ha obtenido plaza.
Me centraré en mi propio ejemplo, para no mencionar a terceras personas. En el tribunal número 6 en el que me examiné obtuve la octava mejor nota (8.835) en la fase de oposición de un total de 89 personas. Por otro lado, méritos tenía relativamente pocos, 4.9247. Así pues, como la nota final se cálcula tomando el 60% de la fase de oposición y el 40% de los méritos, la mía ha sido de 7.2709. Con esto, del octavo lugar pasé al 27, mientras que personas con mucha menos nota en la fase de oposición, pero con bastantes méritos obtuvieron mejores puestos. Pero bueno, no importaba, lo realmente interesante en esos momentos es que estaba seleccionado.
Por otra parte, en el conjunto de todos los seleccionados, mi nota de oposición ha sido la 91, de un total de 991 personas seleccionadas. Sin embargo, al añadir los méritos bajo hasta la posición 537. Y ahora, al contrario que antes, si importa, pues para la obtención de destino se toma el orden en las notas, no de oposición, y si de concurso.
En definitiva, la pregunta que surge de manera natural, y cuya respuesta creo saber, es, ¿ha premiado la Junta de Andalucía el trabajo, el sacrificio, la brillantez y el esfuerzo, o más bien todo lo contrario?
Después cuando salga el informe PISA, nos volveremos a quejar de que nuestros alumnos están muy mal preparados en Matemáticas. Pero ahora, personas que han demostrado estar mejor preparadas que otras para impartir la docencia, no han obtenido una plaza o van a obtener peor destino. Todo ello gracias a un sistema de acceso totalmente injusto, absurdo y que sino es inconstitucional, poco le falta, porque no todos competimos en las mismas condiciones.
Me centraré en mi propio ejemplo, para no mencionar a terceras personas. En el tribunal número 6 en el que me examiné obtuve la octava mejor nota (8.835) en la fase de oposición de un total de 89 personas. Por otro lado, méritos tenía relativamente pocos, 4.9247. Así pues, como la nota final se cálcula tomando el 60% de la fase de oposición y el 40% de los méritos, la mía ha sido de 7.2709. Con esto, del octavo lugar pasé al 27, mientras que personas con mucha menos nota en la fase de oposición, pero con bastantes méritos obtuvieron mejores puestos. Pero bueno, no importaba, lo realmente interesante en esos momentos es que estaba seleccionado.
Por otra parte, en el conjunto de todos los seleccionados, mi nota de oposición ha sido la 91, de un total de 991 personas seleccionadas. Sin embargo, al añadir los méritos bajo hasta la posición 537. Y ahora, al contrario que antes, si importa, pues para la obtención de destino se toma el orden en las notas, no de oposición, y si de concurso.
En definitiva, la pregunta que surge de manera natural, y cuya respuesta creo saber, es, ¿ha premiado la Junta de Andalucía el trabajo, el sacrificio, la brillantez y el esfuerzo, o más bien todo lo contrario?
Después cuando salga el informe PISA, nos volveremos a quejar de que nuestros alumnos están muy mal preparados en Matemáticas. Pero ahora, personas que han demostrado estar mejor preparadas que otras para impartir la docencia, no han obtenido una plaza o van a obtener peor destino. Todo ello gracias a un sistema de acceso totalmente injusto, absurdo y que sino es inconstitucional, poco le falta, porque no todos competimos en las mismas condiciones.
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