El pasado viernes 20 de julio, el juez del Olmo mandó secuestrar toda la tirada de la revista "El Jueves" debido a la caricatura de los príncipes que aparecía en la portada.
La primera duda que me surge es, ¿realmente era 20 de julio?, ¿o más bien esa actuación recordaba al 18 de julio (de varios años atrás) y todo lo que ello conllevó?
Alguien puede atenerse a que en el artículo tal de la Constitución española dice que quien atente o injurie contra la persona del rey, de sus ascendentes o descendientes podrá ser castigado con penas que varían entre 6 meses y 2 años de cárcel. Ahora bien, a esto se podría poner una pequeña objeción, creo que totalmente válida: con la Constitución española no se instauró el legítimo régimen político que había antes del 18 de julio del 36 y que los "salvadores de la patria" destruyeron y aniquilaron, y tampoco se contó con la opinión de los españoles para ver si deseábamos un régimen monárquico o no.
Además, también, la Constitución hace mención a la libertad de expresión, entonces la pregunta que surge de manera natural es, ¿dónde acaba la libertad de expresión para convertirse en injurias a la corona?
Por otra parte, lo que nadie me discutirá desde un punto de vista totalmente objetivo y obvio, es que la monarquía es una institución totalmente arcaica y obsoleta. Y que por su funcionamiento, me apuraría a decir que se trata de una "institución casi antidemocrática", pues, primero, es cerrada a los familiares; segundo, discrimina a los hijas frente a los varones; tercero, nadie conoce el gasto público que nos supone la corona (leer noticia);...
De cualquier forma, si alguien pretendía que la portada no viera la luz, ha conseguido cualquier cosa menos su objetivo inicial, pues hasta medios internacionales se han echo eco de tal medida de censura propia de otros regímenes y tiempos (leer noticia).
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