El sábado se formaron los nuevos consistorios municipales en la gran mayoría del territorio nacional. Esto también ocurrió en un pequeñito pueblo madrileño, Torrelodones, de poco menos de 20000 habitantes. En el tomó el poder un alcalde del PP, Carlos Galbeño, y una de las primeras medidas que ha tomado ha sido aumentarse el sueldo un 38% para cobrar 91.445 euros al año. Así, Galbeño cobrará más que el presidente del gobierno, más que el alcalde de Madrid, Ruiz Gallardón, más que la presidenta de la comunidad, Esperanza Aguirre,..., y tan sólo lo supera el alcalde de Barcelona. También ha subido, en torno a un 20% a sus concejales.
Por bien que esté la localidad y por extraordinariamente bien que estén las arcas municpales:
- ¿no es una medida un tanto reprochable?
- ¿no hay otras medidas más prioritarias que tomar?
- y tantas y tantas preguntas que uno se puede plantear.
Con políticos como este y medidas de este tipo los tópicos tales como "todos los políticos son unos chorizos", "lo único que quieren es llenarse sus bolsillos",..., parece que están más cerca de la realidad de lo que realmente se encuentran. Luego cuando la abstención prime en las elecciones (como últimamente ocurre), se planteará, ¿por qué no votan los ciudadanos? Aunque posiblemente, en las siguientes elecciones municipales, en Torrelodones haya un torrente masivo de electores.
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